El TIO ARTURO

Arturo Felipe Palomo Espín, segundo hijo de la prole Palomo Espín, ha sido un hombre paridor de grandes ideas. Sin formación académica, demostró, como muchos, que no se necesita de un título Universitario, para progresar en la vida. En su trayecto construyó y adquirió, muchas propiedades y negocios, las cuales, la mayoría de ellas las traspasó a sus hijos quienes surgieron gracias a ese gran apoyo moral y financiero en los negocios, acompañado por supuesto de su esposa Hilda Romero, su pareja de toda la vida.
Arturo Felipe, en sus años mozo, se le cuestionaba su carácter que, cuando se echaba cuatro palos, relucía más que nunca. Se volvía soberbio y violento. Quizás fue ese el motivo principal que temprano en su vida, lo llevó a dejar la bebida.
No se le conocen tantos amigos. Acordémonos que nuestra cultura social es etílica. Los que tiene, para él, son los necesarios y suficientes.
Se busca hoy todavía, en los registros de su historia, el por qué se retiró a vivir por los lados de la Rinconada, lugar para aquel tiempo muy aislado, y hoy a pesar del asfaltado de la carretera y el crecimiento poblacional, aún lo sigue siendo. Allí instaló una pequeña finca.
Una versión cuenta que su vecino en Arenas, su hermano Chichi gandolero y parrandero, los fines de semana, armaba sus bacanales que no lo dejaban dormir. Cuando la hija primogénita de Chichi, la finada y queridísima Mery se enamoró de un abogado llamado Cesar, las fiestas los fines de semana casa de Chichi llegaron al paroxismo total, ya que este candidato Cesar, era y sigue siendo el súmmum de los bebedores. Se juntaron pues el sediento con las ganas de beber.
Una noche, comienzo de fin de semana, la parranda era de las mejores: Se celebraba el compromiso de Mery y Cesar. Eran las 3 de la mañana y ya Arturo no aguantaba más. Se paró de la cama, se vistió, buscó su escopeta, salió a la calle y le dio un certero tiro al cable de la electricidad de casa de Chichi. Estaban de moda las canciónes: ´Sufrir me toco a mi´, y ´Yo tenía una luz que a mi me alumbraba´,…Ocurrido el apagón y viendo al autor del hecho, los gozones (Chichi,.. familia y amigos, Cesar y familia), que se la tenían jurada por la constante quejadera de Arturo, y de alguna de sus acciones, como cuando abrió un huequito a la pared contigua a la de Chichi, pasándole por allí una manguera de agua, inundándole la casa, para sorpresa de los que bailaban que se dieron cuenta cuando chapoteaban, y al buscar que pasaba, de tanto romperse el coco, dieron con el huequito de infiltración. Ya sufriendo pues esta última agresión de Arturo, de dejarlos sin luz y sin sonido, por supuesto se armó la sampablera, llegando hasta el colmo, después de destrozarle a pedradas y batazos uno de los vehículos a Arturo, de quemarlo en represalia a su quejadera y a sus acciones de protesta.
Puede ser que esta razón sea la que definitivamente impulso a Arturo en comprarse esta finquita y vivir aislado.
Arturo es innovador. Le gustan los avances tecnológicos. Se le conoce por la adquisición de incubadoras donde producía codornices y aves de corral. La introducción de las gallinas ponedoras legos, Por tener el primer teléfono con contestadora, donde algunos familiares y amigos ociosos le dejaban mensajes impúdicos, sangrientos, divinos y alados,… que le super calentaban. La creación del núcleo con maquinaria especializada para el corte de caña en temporada de zafra. La distribución de Gas Avila. Maquinas de sellado para el juego del 5 y 6 del Hipódromo la Rinconada. Usaba vehículos de nueva tecnología como la Land Rover que compró. Tractores agrícolas. etc.
Se le puede encontrar todavía a sus 80 y pico de años, atendiendo su negocio frente al Mercado Municipal de Cumanacoa, en el que brinda al público, además de productos alimenticios, el uso de telefonía. En su mostrador tiene un gran teléfono rojo que pareciera más bien tener comunicación directa con la KGB o con el Pentágono. Al super agente 86 le causaría envidia.
Una de sus innovaciones es el cultivo de onoto, con plantas procedentes del Perú. Tiene una maquina empaquetadora donde embolsa este preciado condimento. Pero lo más innovador es que este condimento le sirve para agregárselo al alimento de sus gallinas ponedoras. Cuando queremos comernos de mañana una de estas finas posturas que produce su gallinero, bien sea un perico, una tortilla, revuelto, o simplemente un huevo frito, al cascarlo se observa la ñema, como que la hubiese puesto y cacareado el degenerado y benemérito cadáver insepulto que gobierna el país: ¡Rojita envuelta en una pálida y transparente clara de huevo!.
Dios te bendiga Tío Arturo.