miércoles, 30 de diciembre de 2009

¡FELIZ AÑO NUEVO!

Como despedida de fin de año les dejo unas anécdotas de los habitantes de Arenas y Río Arenas.

En nuestros pueblos una de las grandes diversiones era quien cometía una ociosidad. Se celebraba a lo máximo. Eran hechos que no afectaban mayormente a la gente. Si hurtábamos un pato que tenia dueño, QUE NO SABIAMOS, para hacer un guisado de madrugada, pues pagamos el pato.

Cualquiera podía cometer estas pequeñas tropelías. Hasta el mas pintado. El que menos puja.

• Recuerdo a Segilfredys Villafranca, alias llave catorce, siempre preocupado por las carreras de caballos. Sin embargo, cuando estudiábamos 3er año de bachillerato, le jugó una, a un Profesor recién llegado, que nos daría Geografía e Historia, llamado Gustavo Barrios. No se como hizo Segilfredys para ponerse con la lista del semanero, copiarla a maquina igual, y sustituirla al día siguiente por la original, con la diferencia que le había agregado un nuevo nombre al final. El profesor Barrios, pidió esa mañana la lista al semanero. Comenzó a llamarnos uno por uno para conocernos, y cuando llegó al último, que preguntó por Seferino Currufio, la explosión de risa fue general,... volvió el profesor a llamar al supuesto alumno sorprendido por la hilaridad de los presentes,... y bueno, las lagrimas saltaban a la vista. Para la tercera se dio cuenta, se puso como un pimentón rojo, y se fue para la dirección del Liceo con el semanero. Segilfredys como buen Arenero confesó la autoría del hecho. Se ganó una nota en su libro de vida en el Liceo Luís Beltrán Sanabria, que creo fue la única.
• Una de las ociosidades que siempre hacíamos cuando estábamos fastidiados sentados en la plaza, y veíamos a un grupo pasar con ollas y platos para el río, era calcular que el sancocho, guisado,…etc, estuviera haciendo ¨plop-plop¨. En otras palabras, en su punto. Nos acercábamos por allá como el que no quiere la cosa, y bueno, éramos siempre bien recibidos. A nosotros nos tocó vivirlo igual. El catire Espin, de Arenas, por los lados de Barranquin, hijo de Lucia, un día se pasó. El ya no era aceptado a compartir, cuando pasaba por casualidad haciéndose el lomo e´ ñame, porque lo hacia casi todos los días. Así que el catire se calentó y estuvo a la vigilia a escondidas de un grupo que estaba guisando unas gallinas. Cuando se llamaron a comer porque ya el guisado estaba listo, el catire les salió y les lanzó una dinamita. No quedó uno. Todos huyeron despavoridos. El catire aprovechó para llevarse el guisado. La dinamita no hizo explosión. Mucho rato después los sancocheros a su regreso, con todas las medidas de precaución, se dieron cuenta del porque. Era una tusa pintada de rojo con una mecha empatada de cohetes.


Hoy ya casi termina el año viejo. Quedan pocas horas. Muchos sancochos se habrán hecho, es especial, este mes y no fuimos invitados pero, tampoco nos dijeron que no fuéramos. ¡FELIZ AÑO NUEVO PARA TODOS!

1 comentario:

  1. jejejejeje no conocia esa faceta de llave 14... hecha el cuento de por que ese sobrenombre??? ah y no solo las carreras de caballo te falta las peleas de gallo, los numeros y la tomadera...

    ResponderEliminar