¿QUIEN DIJO MIEDO?.

¨Cuando aprendemos a burlarnos de nosotros mismo, es que debemos reirnos de los demas¨.

Sonó asi como a un pensamiento pero, si les digo que eso dice mucho de uno. Sobre nuestra autoestima.

No he contado de mis ociosidades, porque la verdad fui en mi infancia y juventud, un ¨niño jesus¨.

Prefiero decir cosas con un contenido humoristico asi el humor caiga sobre mis espaldas. Escribo al rompe sin corrector de estilo. Mi forma de escribir es esa; natural, poniendole un toque de humor. Los estilos son multiples. No hay estilo definido. Cualquira puede escribir y no necesariamente debe llevar humor. Los invito a expresarse verbalmente. El lenguaje verbal para que sepan, sino lo saben, tiene dos formas: Oral y escrito.

¡Ahhh. para el radio bemba si somos buenos,... ehh!.

¡ESCRIBAN PARA QUE ALGO QUEDE!.

Hablando de miedo les cuento:

Cuando llega el mes de Mayo, 1-2-3, se celebran las fiestas de Arenas. Antes que comience la celebración, se instalan alrededor de la plaza los juegos de Guarañas, Kioskos de comida y de licores. Tambien, llegaba un circo, y el parque de diversiones; lo que nosotros llamabamos las sillas voladoras, carritos,... trencitos,.. bingos,...etc

Yo envidiaba a los valientes que se montaban en las sillas voladoras. Alrededor de la cerca me situaba para ver las destrezas y piruetas de los que se montaban a girar en ella. Las ganas de hacerlo me desbordaban. Cada fiesta veia pasar y no me atrevia. Pero hubo una fiesta de mayo en Arenas, impulsado por la protección del Sr. Eulogio, quien fue en esos tiempos trabajador de mi padre a tiempo completo, y por lo tanto protector nuestro, que el se ofreció apoyarme y protegerme en mi ansiado sueño. Asi que una tarde, cuando comienza la celebracion de las fiestas, y empieza todo a funcionar, compramos nuestros boletos, pasamos y Eulogio muy diligente me ayudó a sentarme en el asiento previendo que las cadenas que me aseguraban al asiento estuviesen bien sujetas. ¡Que bueno, me dije, estaba preocupado por mi!. Eso me dio mayor confianza y el malestar que me agarrotaba el estomago se me alivió, y aun mas, cuando Eulogio, continuando con su sentido de responsabilidad y de protección, se sentó en el asiento que quedaba a mis espaldas. ¡AAhh. Me dije. al fin voy a vivir esta experiencia!. Creo que las sillas voladoras cada viaje eran de 5 minutos. Total, llegó la hora que comienza a girar, lentamente la primera vuelta hasta que uno va ascendiendo. Yo de lo mas tranquilo, un poco mareado, pero con Eulogio atras me sentia de lo mas confiado. No habia dado ni las tres vueltas, cuando Eulogio agarra la silla donde yo viajaba y me dijo estas palabras aterradoras: ¡Ya te voy a quitar el miedo para siempre!. Me fue entorchando, dandome vueltas,... y luego me soltó tremendo patadon elevandome que casi me salgo de la silla y aparezco detras de el. Entré en pánico. Mi alarido recorrió tres vueltas completas. Cuando retorné, ... Eulogio me volvió hacer los mismo. Pero ahi fue donde mis vomitos bañaron, en toda la vuelta, de repaso, a la multitud que a carcajadas venia acompañando la faena de Eulogio. ¡Hasta el miedo se los arrojé!. El maquinista viendo el desastre paro las sillas voladoras. Al detenerse, la cara de Eulogio, maquinista, ... y de la multitud no eran nada felices, porque todos tenian restos salpicados de comida. Me bajé mareado que no encontraba la salida, mientras,... la gente perseguia a Eulogio para joderlo logrando el escapar brincado la cerca.

Cojí derechito pa´ la casa. Estaba tan estropeado como el que descarga un camion de sacos de azucar por primera vez. Me acosté y me quedé dormido de isofacto. Ahí fue, en mi sueño, donde aprovechó el miedo de entrar nuevamente a mi cuerpo. Lo supe cuando me desperté.

Mas nunca volví añorar, ni pensar en montarme, hasta el sol de hoy, ni en el martillo, ni en el barco,...ni en las estrellas,...que se quedan cortas ante la sensacion de terror que pueden brindar las sillas voladoras, en particular si se monta alguien detras como el $%"!X de Eulogio.

¿QUIEN DIJO MIEDO?.