LA MEDIA PARTE

Cierta vez nuestros primos de Caracas (Marlene, Alberto, Leonardo,..los morochos no vinieron porque eran muy pequeños) al fin decidieron venirse a pasar unos días de vacaciones a Arenas. Mis tíos ( Ligia y Luís Alberto Martínez,… Medico este ultimo) vivian (viven gracias a dios) en la que sigue siendo hoy una de las mejores zonas residenciales de Caracas, como lo es Prados del Este.

La llegada de nuestros primos fue fenomenal, porque al igual de nuestros tíos y primos paternos que he mencionado en unos tips, criados por estos lares; nos une también con los del lado materno, y a pesar de la distancia, unos fuertes lazos de afectividad.

Con todo y la alegría de tenerlos de visita en la que fue nuestra residencia, nos sentíamos cohibidos, ya que ellos venían de la capital, y el mundo de nuestra época juvenil, la tecnología y la moda tardaba mucho en llegar. (PUES A MUCHA HONRA ERAMOS CAMPURUSOS. AFORTUNADAMENTE TODAVIA LO SIGO SIENDO). El famoso refrán: ¨ Caracas es Caracas y lo demás monte y culebra ¨ era sostenido como una ley por los caraqueños. Como una verdad absoluta que hoy día se cae, por el avance de la tecnología y la penetración de ella hasta el mas alejado rincón del país. Bendita sea,... gracias a esta estigmatización se fue toda una inmigración del campo y rural para allá. Acuérdense que hubo un tiempo que ni televisión teníamos, pero en Caracas si, en blanco y negro.

La primera noche que la pasamos juntos, además de presentarles nuestra familia y amigos, tuvimos la idea de llevarlos a la primera función de vespertina del Cine Junín de Arenas. Como casi todo los que vienen de la capital, la actitud de ellos no era nada conciliadora con nuestras costumbres pueblerinas y formas de vida. Para nosotros fue un reto llevarlos al Cine. Compramos las entradas, entramos al cine, y lo primero que se fijaron mis primos, antes de comenzar la función, era de los asientos. Habíamos comprado los boletos para Preferencia. Eran asientos de madera: la tabla a lo largo con sus respectivos espaldares, para todo el mundo y a cielo abierto, fue otro de los detalles que observaron. Galería al contrario, era de unas butacas individuales, mas cómodas con espacio techado. Nosotros, con la incomodidad,… ya que los comentarios picantes de ellos, nos hacían sentir ridiculos, y eso obligaba a que cuidáramos las formas, sin embargo, no pensamos en comprar en Galería porque en particular siempre nos gustó ver las películas en Preferencia. (Los Cines de la Capital eran todos prácticamente techados). ¿Como perdernos la competencia de peos de Pedro Enrique y Moises,... las palabrotas de los espectadores,... los ronquidos de Vidal,...¨ . Menos mal que esa noche Pedro Enrique no fue al cine. jajaja

Al comenzar la función, se dieron cuenta mis primos de otro detalle. En los cines de la Capital daban tráiler y propaganda. ¡Nojoda!,…como anotaban mis primos para jodernos después. Pero no se crean, nosotros no pensamos muchos en cubrirnos las espaldas.

Transcurrida una hora de la función, ocurrió lo que no habíamos previsto: Paró la proyección y prendieron las luces. Ahí si es verdad que pasamos pena, cuando nos preguntaron al unísono: ¿Qué paso?. Y les informamos tan inocentemente: Es la media parte para comprar cotufas, maní,…pocicle, chicha,… y la carcajada de ellos fue explosiva. Nos dijeron: ¡En los cines de Caracas no dan media parte!. La media parte, por cierto no era para cargarse de chuchearía, sino para cambiar de rollo porque uno de los proyectores estaba dañado.

Ah, pero a los dias siguientes cuando los llevamos a los ríos, los sancochos, la naturaleza,… nuestras parrandas nocturnas, y la atención y sociabilidad de la gente, amigos y familiares de nuestro pueblo, fue otra cosa.

No se si serán excelentes, buenos, regulares,… o malos los trailers que les narro, pero les cuento que me satisfacen, porque es un modo de expresar sanamente mis recuerdos, ahora que estoy en la seguela (la media parte), antes de que me llegue el alzheimer y con el la media vuelta. jajaja

¡UN ABRAZO MIS QUERIDOS TIOS Y PRIMOS CARAQUEÑOS!