¿QUÉ PASO AYER?.

Titulo de una película.
Lamentablemente para verla en salas de cine, los habitantes de Arenas y Rio Arenas tendrán que venirse a lo mas cercano, y es Cumaná. Lo otro es verla en DVD. Como hace falta un cine en mis pueblos.
Trata esta película de una despedida de solteros, donde un grupo de amigos se van con el novio para las Vegas a celebrar. Resulta que uno de ellos combina equivocadamente la bebida con una sustancia estupefaciente, que utilizan ilícitamente para dársela a las mujeres, y para dejarlas sin memoria de lo que hacen. Después abusan de ellas. Ojo mujeres con esta droga, que es verdad.
Recomiendo ver esta película así tenga mensajes de anti valores foráneos, que el sentido común y la lógica nos permiten descartar pero, que es allí precisamente donde el Estado censurador debe aparecer.
Total, que en el desarrollo de la película, los protagonistas se ven envueltos, al día siguiente, en una serie de enredos que no recuerdan. Entre tanto despelote, no saben ni adonde fue a parar el novio.
Un hecho que sucedió una vez entre ciudadanos de Arenas, me lo trae a la memoria esta película. Yoel Rodríguez, personaje que no se desde hace mucho tiempo de el, hermano de Omar Rodríguez , Juan Pepita, Marisol,... hijos todos de Antonia. Contaba que Yoel, se vino de Caracas en su charrasco para Arenas. Había agarrado el vicio del alcohol. Apenas se bajó de su perol se amarró la primera pea. Llegó a juntarse y hacer camaradería con un grupo de borrachines del pueblo que no tenían descanso , noche y día, para empinar el codo.

Yoel se convirtió en el líder indiscutible del grupo. Entre las cosas de su parla chinería les ofrecía a sus amigos un viaje a Grecia. Por supuesto que estos borrrachitos no habían pasado ninguno de la curva del Palenque, ni de las piedras de Cocollar. Si acaso tenían una lejana idea de donde quedaba Grecia: por allá por el medio Oriente, a la orilla del mar donde abundaban los peces.
En uno de esos días que se amarraron una de sus celebradas borracheras, todos balbuceantes y semiinconscientes, Yoel se aprovecho, prendió su carro, los montó y se los llevó para Grecia.
Largas horas horas viajaron entre palos y canturreos de felicidad, y al fin llegaron a su destino. Ya todos, excepto Yoel que conducía, estaban muertos de la rasca.
Yoel se bajó del vehículo y lo primero que hizo fue instalarse en la playita, conocido lugar de ranchería a la orilla del mar, donde pernoctaban a diario los marinos del lugar.

Al cabo de las horas se fueron despertando uno por uno sus compañeros de viaje. Yoel, ya con una botella en la mano, les fue informando que los había traído a Grecia. No salían sus amigos de su asombro viendo los botes y barcos anclados a la orilla del mar. Ni tardaron mucho en ponerse a celebrar con jubilo el viaje y la llegada a Grecia. Los lugareños les dieron la bienvenida uniéndose a la parranda.

Y así pasaron uno,..dos ... y al tercer día ya extrañaban su terruño. Entre gemidos lastimeros y entrecortados, le reclamaban su retorno a Yoel, quien sin hacerles caso, continuaba incitándolos a la juerga entre sancochos de pescado y ron anunciandoles que se quedarian en Grecia para siempre. .
Mientras tanto en el pueblo, Chuo Amaro, el papa de dos de los viajeros, se preocupaba y se enteró del rumbo que siguieron, y para allá se fue en la mañanita de ese tercer día.
Al llegar Chuo Amaro a la playita, a eso del medio día, divisó a sus hijos y demás acompañantes que ya estaban casi convencidos por Yoel para continuar la bebezón. Le gritó a su hijos: ¿Hijos míos,... pero que están haciendo sinverguenzas?. La sorpresa y alegría de los hijos no tuvieron límites. Dando saltos, y entre abrazos y lloriqueos pudieron decir: Paito, gracias a dios que has venido a rescatarnos porque a Yoel se le ocurrió traernos para Grecia. Chuo Amaro furibundo les respondió: ¡Que Grecia ni que nada. Ustedes están en Puerto Sucre de Cumana pendejos!.¡ Caminen,.. y vámonos pa´ La casa nojoda!.
Aunque ustedes no lo crean esto pasó antier.