sábado, 29 de agosto de 2009

TIPS DE ARENAS Y RIO ARENAS

Al Juez Chicho Romero de Rio Arenas, padre de uno de mis amigos de la juventud Ruben, se lo llevó un amigo por los lados de los llanos de Maturin adentro. La gente de esos lugares al conocer al Juez Chicho Romero lo colmo de atenciones. Tiempos corrian en que un Maestro, Cura,... Profesionista, de cualquier especialidad academica o profesión, asi fuese un zapatero, plomero,...eran muy respetado. Asi pues, que a Chicho por su alta investidura imaginense como lo trataron. Todo un dia lleno de agasajos y parrandas. Mataron un torete en su honor. Bebidas, postres, bailes, cantos,...hasta que llego el anochecer. Pero la cosa no era totalmente gratis. Los anfitriones necesitaban resolver una querrella legal de reparticion de tierras sucesorales y alli con chicho tenian la oportunidad.
Ya en horas tardes de la noche lo llamaron aparte y le plantearon el problema muy minuciosamente. No entendian sus interlocutores porque Chicho divagaba tanto en resolver el problema. ¿Estaba rascado?. No, Chicho no bebia. Solo comia y pura posta. Asi que sus interpeladores ya fastidiados de sus incoherencias ante la situacion planteada se le ocurrio a uno preguntarle: Disculpe Sr. Juez pero,... ¿Cual es su especialidad?. Hablenos de un caso grave que usted haya resuelto.
Y hay esta el detalle. Chicho al fin encontró la oportunidad de expresar sus conocimientos y les dijo para sorpresa de sus oyentes: Una vez enfrente un caso que casi pierdo la cabeza en ello. Uno de los apostadores en una pelea de gallos, me pido que le diera de valiente al gallo giro. LLevé el otro gallo a la jaula y pedi un gallo para reconocerlo. Yo dije que habia picado pero todos los galleros se opusieron. Lo volvimos a intentar y paso igual. Cuando decrete la pelea tabla se armo el berenjenal. A mi me dieron mis cuantos vergajazos. Como ustedes veran, yo lo que soy es un Juez de Gallera, ... de los que reciben las apuestas, revisan si los gallos estan bien en igualdad de condiciones de peso, espuela. Y lleva el control del tiempo y de toda las peleas en una tarde de riña de gallos. ¡HONOR A CHICHO ROMERO!.

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